La pasta no ha cogido mucho sabor a espinacas, la verdad, no más de un ligero regustillo, pero desde luego es interesante el colorcillo verde resultante!
Ingredientes:
100gr de espinacas congeladas, 3 huevos medianos, unos 450gr de harina, una cucharada de aceite de oliva.
Preparación:
Para empezar se cocinan las espinacas tal como indique el paquete. En mi caso ha sido ponerlas tal como salían de la bolsa en un plato que he cubierto con otro plato, ambos aptos para microondas, y dejarlas 5min a 800W.
Las espinacas cocinadas las ponemos juntos con unos de los huevos en un bote para batidora y lo trituramos todo junto a máxima potencia hasta que la espinaca esté muy triturada.
Mi anterior
Al final de proceso debe quedar una masa húmeda, pero no pegajosa. Si no es así, seguir añadiendo y mezclando la masa con más harina añadida de cucharada en cucharada.
Una vez hecho esto pasar la masa a una superficie plana (ahora sí!) bien limpia y enharinada. Y aquí viene lo más cansado... que es ir amasando durante algo más de 5 minutos hasta que esta "masa quebrada" quede lisa. Durante el amasado es posible que la masa "nos pida" más harina. Esto depende mucho de la humedad, o sea que en un día con llúvia prepararos a añadir más harina de la que al principio podíais prever.
Una vez conseguida esta masa lisa la dejaremos reposar bajo un bol limpio del revés sobre una superficie plana enharinada.
Tras dejarla reposar la cortaremos en trozos, la amasaremos y la cortaremos. Pero esto no será hoy... esto será... otro día!
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